Nuevos apuntes sobre consumo y retail en la pandemia
La pandemia de coronavirus instaló a WhatsApp como un canal idóneo para el abastecimiento de los hogares argentinos. La eligió el 42% de los consumidores incluidos en una muestra de 1346 casos que abarcó AMBA y el Interior. Un 21 % dijo haber comprado por esa vía por primera vez en el contexto del aislamiento a raíz del coronavirus.
El estudio de INResearch reafirma la opción del e-commerce, al que acudieron el 37% de los entrevistados, siendo 12 el porcentaje que debutaba en su utilización.
La consultora dirigida por Alejandro González profundiza el análisis sobre esos canales en la edición de junio de su informe “Humor social y hábitos en épocas de Covid-19”, y refleja cómo las compras por WhatsApp han dejado mejor experiencia en el consumidor.
El paso siguiente dado por INResearch es indagar sobre qué pasaría con estos canales en el escenario post pandemia.
Son estos indicadores los que disparan la reflexión de Alejandro González. “La novedad dejó de serlo, y se empieza a manifestar cada vez más un cansancio con la vida digital. La necesidad de recuperar lo tangible aumenta”, dice el titular de INResearch
Y agrega: “Ya se dijo muchas veces que la pandemia le dio un impulso fenomenal al e commerce. Pero lo que no se dijo tanto es que también alimenta una especie de sindrome de abstinencia analógico”.
¿La conclusión? “El retail tiene que tener en claro estas dos lecturas. No sólo seguir invirtiendo en las plataformas de e commerce, en recursos humanos, en logística y en última milla, sino también en desarrollar mejores experiencias de compra en sus espacios físicos. En definitiva, de eso hablamos cuando hablamos de omnicanalidad”, cierra González.
Aquel cansancio digital se advierte también en la disminución del entusiasmo en la práctica de actividades que se adoptaron por la pandemia.
Cuestión de marcas
El contexto de pandemia ha representado un desafío para las marcas. A la necesidad de empatizar con el consumidor se sumaron las tensiones de lograr el posicionamiento en cualquier canal por el que opte el shopper, además de la dificultad extra de toparse con la altísima preponderancia del precio como determinante en la elección, dada la significativa merma en los ingresos de los hogares.
Humor social
Estos comportamientos del consumidor se relacionan directamente con el estado de ánimo de la población, que presenta claras diferencias según la etapa de emergencia sanitaria que se esté atravesando por el COVID-19.
“A la inestabilidad en el humor social se suman, hoy, realidades geográficas distintas.Los diversos estados de ánimo se potencian en las localidades con mayores restricciones y comienzan acomodarse en las otras”, clarifica el titular de INResearch.
El daño económico es un miedo que se ha instalado. “El miedo, o su ausencia, corre por otro carril. Disminuye ante el cononavirus y se acrecienta frente al deterioro de los ingresos. Y esto no discrimina zonas. Frente a este miedo, no hay dos veredas”, concluye González.
Fuente: Trade y Retail