La nueva campaña de Coca-Cola busca ambiciosas metas de reciclaje en México y el mundo
Uno de los objetivos de impacto social más comunes entre las empresas tienen que ver con sustentabilidad. Ejemplos hay de sobra. Burger King prometió hace unas semanas que dejaría de producir juguetes de plástico para reducir su impacto en el medio ambiente. Absolut, a inicios de octubre, lanzó una botella edición limitada con vidrio reciclado. Y días después, una campaña de Unilever prometió a todo el mundo reducir el uso de plástico a la mitad para 2025.
Justo la contaminación por residuos de plástico es una de las más severas que existe en todo el mundo. De acuerdo con la campaña Surfers Against Sewage, en 2034 se deberían producir más de 640 millones de toneladas de basura con este material. Es decir, el doble del que se registró para 2016. Our World in Data apunta que, en la superficie de los océanos, hay entre 10 mil y 100 mil toneladas de los contaminantes, con un número incierto en el fondo del mar.
Lo cierto es que las empresas han empezado a entender, si acaso lentamente, que el problema del plástico es urgente y debe resolverse con urgencia. De lo contrario, se puede llegar a un nivel de saturación de plástico potencialmente irreversible y mortal para la vida en la Tierra como se conocer. Así pues, más de una campaña de las principales marcas del mundo están enfocadas en mejorar sus prácticas. Entre ellas, la nueva iniciativa de Coca-Cola en México.
Durante un evento en el Acuario Inbursa, en la Ciudad de México, Coca-Cola presentó la nueva campaña #UnMundoSinResiduos. Según la compañía, esta iniciativa representa un compromiso de la marca por reducir el impacto de sus actividades comerciales en la polución de plástico. Para 2030, busca reciclar el 100 por ciento de sus envases, que sus productos tengan 50 por ciento materiales reciclados y que la mitad de su portafolio sea retornable.
Coca-Cola no es la única empresa se ha comprometido a reducir sustancialmente su impacto al medio ambiente. Amazon presentó hace poco una campaña para reducir la contaminación global de su negocio a niveles neutros en menos de 30 años. En septiembre, se reveló que las marcas que lideran el cuidado del mundo eran Google, Siemens y Toyota. En el otro extremo, Pemex fue expuesta como de los grandes contribuidores al calentamiento climático global.
La campaña de Coca-Cola es notable, debido a que la empresa ha sido reconocida por años como una de las peores contribuidoras a la polución de plástico a escala internacional. Así que esta iniciativa no solo es noble, es una clara respuesta a las preocupaciones del público general. En términos generales, parece evidente que la estrategia solo puede resultar positiva para la marca. Siempre y cuando, por supuesto, logra alcanzar sus grandes metas en tiempo.
Fuente: merca20.com