Ante el riesgo por COVID al usar efectivo crecen los pagos sin contacto
Ante el riesgo de contagiarse por usar efectivo los usuarios usan más los pagos sin contacto y las tarjetas prepagadas.
Según datos de Minsait, antes de la crisis generada por el COVID-19, la facturación online del eCommerce se mantenía con un crecimiento sostenido del 25% anual, pero el virus ha disparado este indicador y ha sumado nuevos compradores además de un mayor uso de formatos de pago sin contacto.
Una encuesta realizada por Mastercard a consumidores de 19 países reveló que 63% está usando dinero en efectivo con menos frecuencia o lo han dejado de usar, durante la pandemia de la COVID-19 por razones de higiene y seguridad y que en América Latina el porcentaje es aún mayor.
Según Mastercard, la tendencia de usar menos efectivo se ha agudizado en las últimas semanas, sobre todo en la primera mitad de abril. El ticket promedio del 80% de las transacciones sin contacto es por un valor menor a 25 dólares, un rango que generalmente está dominado por efectivo, de acuerdo con Mastercard.
“Hay varias ventajas en este formato de pago, sobre todo para que se apliquen en los países de la región donde es necesario hacer llegar apoyos de forma rápida a las poblaciones vulnerables y donde la dependencia del efectivo puede ser un problema por el riesgo de contagio. Además estas opciones pueden limitarse justo para el fin que tendrá el apoyo, por ejemplo si se busca dar apoyo a la alimentación se puede limitar que el canje de este apoyo se haga sólo para este fin, con el fin de evitar un mal uso”, indicó a Expansión, Ernesto Terríquez, director de Minsait Payments en México.
La solución que tiene esta vertical de negocio de Indra es facilitar la distribución de tarjetas prepagadas, donde es posible evitar el pago con contacto.
“Contamos con una infraestructura y varios centros de procesamiento para poder procesar este tipo de tarjetas de prepago, en Colombia o Chile ya tenemos habilitadas este tipo de tarjetas, en el caso de México se está habilitando un tipo de débito II con el fin de distribuir tarjetas virtuales y físicas, dependiendo de las necesidades de cada segmento de la población”, puntualizó Terríquez.
Fuente: Expansion